¿Por qué somos celosos?
A. Falta de confianza: la persona insegura generalmente no se siente merecedora del amor de su pareja y esto le lleva a desconfiar de la sinceridad y el cariño del otro. Suelen concluir que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien mas atractivo y temen que descubra lo poco que vale en realidad.
B. Experiencias paternales: Muy probablemente una persona que haya presenciado escenas de celos en sus padres tenga una mayor predisposición a ser celoso que otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.
C. Experiencias previas: las personas que ya han sido traicionadas alguna vez, tienen una mayor predisposición a desarrollar una personalidad celosa.
D. Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar de forma continua de los demás y por consiguiente a desarrollar una celotipia.
¿Cómo controlar los celos?
1. Evita de forma rotunda los pensamientos destructivos, ahí es donde yace el problema de los celos, intenta cambiarlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos. Haz un esfuerzo por ser objetivo y vuélvete un maestro en diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando tu propia imaginación. Esto no es otra cosa que tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto.
2. Procura ser tolerante y dejar espacio a tu pareja: evita el impulso que te lleva a estar en todo momento controlando y preguntando sobre lo que hace y con quien lo hace. De esta forma lo único que vas a conseguir es que se sienta cada vez más agobiada y acosada.
3. Comenta tu situación con algún amigo de confianza y pide un consejo. No olvides que ocultar el sufrimiento y entrar en negación hace que se potencie cada vez más. Los puntos de vista de otras personas ayudan a analizar lo que nos ocurre de forma objetiva y a encontrar diversas soluciones.
4. Reflexiona e intenta aclarar tus ideas sobre la situación. Esto expondrá tus sentimientos con sinceridad, tus miedos, necesidades, etc. Y una vez detectado el problema procura solucionarlo.
5. Evita las amenazas, habla claramente de lo que ocurre, no te ciegues con la ira e intenta buscar soluciones al problema.
6. Evita echarle la culpa de los que te ocurre a alguien más. Se responsable de lo que sientes y no olvides que tus actos dependen únicamente de ti, y eres la única persona que puede cambiar tu conducta ante lo que estas sintiendo.