14 de junio de 2013

Un verdadero héroe

¿Cuál es el más grande héroe que puedes nombrar? Eso me pregunté y luego de pensar un rato me vino a la mente la vida y la carrera de uno de los más grandes científicos de la historia, el padre de la Mecánica Cuántica, un hombre que salvó innumerables vidas y que siempre fue fiel a sus ideales. 
[Es algo largo, pero ya no lo puedo resumir más. Espero que lo disfrutes.]

Werner Karl Heisenberg
Hoy en día el nombre de Werner Heisenberg significa poco, incluso para la gente más altamente educada. Pero en el tiempo de la segunda guerra mundial él fue un científico galardonado con el premio Nobel y tenía la reputación como el posible mejor científico atómico del mundo. Cuando la comunidad internacional de físicos supo que la bomba atómica era teóricamente posible, también se tuvo la certeza de que si alguien en el planeta tierra podría construir tal arma existía, ese era Werner Heisenberg.


Por tal razón, cuando el régimen Nazi amenazó a Europa con una guerra, los colegas británicos y americanos de Heisenberg lo animaron a emigrar. Sabían que Heisenberg en silencio no simpatizaba con el Nazismo. Pero como él explicó a quienes le hablaron, él era un nacionalista alemán. En cuanto la guerra estallara, Heisenberg cumpliría su deber con su patria.

Y así fue, en 1939, que Heisenberg se unió al Uranverein (Uranium Club), que tomó su nombre del hecho de que el isotopo U-235 [léase "Uranio 235"] ofrecía la mejor promesa para lograr la fisión nuclear, la base de una bomba atómica. El problema de base, a pesar de esto, fue que el U-235 constituye sólo el 0,7 por ciento del uranio en la naturaleza, y éste tendría que ser extraído de cientos de toneladas de mineral de uranio.

La Alemania Nazi, como los Aliados la conocían, tenía todos los materiales requeridos para lograr un arma nuclear, incluyendo mucho urano de Checoslovaquia. Hubo aquí un gran miedo alrededor del proyecto Manhattan, el esfuerzo estadounidense para lograr una bomba atómica, que fue el saber que la Alemania Nazi tenía a Werner Heisenberg, quien de inmediato tomó el puesto de líder del Uranverein, un papel equivalente al que tenía J. Robert Oppenheimer, el físico estadounidense que encabezaba el proyecto Manhattan. El miedo a Heisenberg logró que los esfuerzos este proyecto se volvieran mucho más frenéticos.

Las consecuencias de un escenario en donde Alemania hubiera desarrollado una bomba atómica hubieran sido catastróficas. Pero como los Aliados descubrieron después de la guerra, los alemanes nunca estuvieron siquiera cerca de desarrollar la bomba pero ¿por qué no?

Parecía que Heisenberg en realidad restó importancia a la posibilidad de la creación de la bomba. Su informe sobre las perspectivas de una bomba atómica fue suave pero terriblemente aburrido y enredado. Cuando Albert Speer, ministro de armamentos de Alemania, le preguntó directamente a Heisenberg si una bomba de este tipo era posible, éste le respondió que "los requisitos técnicos para la producción" tomarían al menos dos años en desarrollarse, "incluso si el programa recibiera todo el apoyo posible."


A esto fue lo único que llegaron los Alemanes en sus
esfuerzos: Un reactor inservible.
Heisenberg no dijo que tomaría dos años desarrollar la bomba; él dijo que tomaría dos años al menos para desarrollar los grandes ciclotrones necesarios para extraer suficiente U-235. Cuando Speer respondió que su ministerio tenía lo necesario para construir tales ciclotrones, Heisenberg respondió que los físicos alemanes carecían de experiencia con éstos. Primero tendrían que experimentar con uno pequeño. Enfrentado a esta decisión y con esos argumentos, Speer abandonó todos los esfuerzos de investigación en el programa de armas nucleares.

Después de la guerra, Heisenberg declaró que él y otros científicos nucleares deliberadamente engañaron al gobierno Nazi porque "la idea de poner una bomba atómica en las manos de Hitler era horrible". De hecho "nosotros [los físicos] tuvimos una maravillosa excusa, siempre decíamos: 'Por favor, es bien cierto que lo que estamos haciendo no puede resultar en una bomba atómica en tres o cuatro años'". Más aún, él dijo que los físicos alemanes encaminaron la investigación fuera de las armas y que tomaron rumbo a construir un reactor nuclear a pequeña escala que nunca estuvo siquiera cerca a producir una reacción nuclear.

Algunos escritores han tomado a Heisenberg como un tema, sobre todo periodista Thomas Powers en su best-seller, La guerra de Heisenberg [Heisenberg's War] (1993). "El fracaso de Alemania para construir una bomba atómica no era inevitable", escribió Powers. "Si un gran esfuerzo para desarrollar una bomba hubiera comenzado a mediados de 1940, una podría haber sido probado en 1943." La deliberada falta de celo de Heisenberg para empujar a través de la burocracia nazi "fue letal, como un veneno que no deja huella", insistió Powers. "Heisenberg no se limitó a reprimirse a sí mismo, haciéndose a un lado y dejando que el proyecto muriera. Él lo mató."

Siguiendo esta lógica, si Heisenberg hubiera sido Nazi, Alemania pudo haber obtenido la bomba, y lo pudo haber hecho algunos años antes que los Aliados. 


Farm Hall, donde los físicos estuvieron recluidos.
Al final de la guerra , Heisenberg junto con otros nueve de sus colegas, como Otto Hahn, Carl Friedrich von Weizsäcker y Max von Laue, fueron internado en una casa de campo llamada "Farm Hall" en la campiña inglesa. Esta casa tenía micrófonos ocultos que grababan todas las conversaciones de los ocupantes. 
El 6 de agosto de 1945 a las seis de la tarde Heisenberg y los demás científicos alemanes escucharon un informe de radio de la BBC sobre la bomba atómica de Hiroshima. A la noche siguiente Heisenberg dio una lectura a sus compañeros, a manera de informe, que incluía un estimado aproximadamente correcto de la masa crítica y de U-235 necesarios, además de características del diseño de la bomba. El hecho de que Heisenberg haya podido hacer estos cálculos en menos de dos días, le da credibilidad a su afirmación de que la razón por la que no sabía cual era la masa crítica necesaria para una bomba atómica durante la guerra, se debía única y exclusivamente al hecho que no había intentado seriamente resolver el problema.

Sin duda una larga pero impresionante historia ¿no lo crees? ¿Crees que Werner salvó muchas vidas? ¿Qué hubiera pasado si realmente hubiera querido construir un arma nuclear?